El caso sigue estancado en los tribunales, a medio camino entre la justicia militar y la civil. Tanya y Marifer reciben una buena noticia. Viajamos con ellas a la cárcel de Perote, en Veracruz, donde está encerrado Soto.

Marifer cumplió 15 años en 2019 y pide celebrarlos con su padre en la cárcel de Perote, en Veracruz. Aprovechan una visita que cayó en domingo. Él le regala una gorra, unas flores que hizo con hojas de papel y diamantina, y un dibujo hecho en manta. Una banda de internos tocó unas canciones para ella, dedicadas por su padre. Así transcurren los años. Tanya, Marifer y la señora Lucía visitan a Soto en Perote cada vez que pueden. Y hablan con él por teléfono cada semana. En 2020, por la pandemia de coronavirus, se suspenden las visitas a la cárcel y Soto se contagia dentro de prisión, donde hubo un brote. 

El proceso judicial avanza con una lentitud a la que estas familias no se han acostumbrado. Ramiro sigue presentando escritos, buscando pruebas, consiguiendo documentos, pero la espera sigue. Tanya no pierde la esperanza. Está lista para que su esposo regrese. Le tiene listo un cajón con todas sus cosas. 

“Estoy lista para cuando él regrese”

- Tanya Páramo, esposa del subteniente Soto, PRESO DESDE EL 2011.

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